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Jornada laboral reducida
Menos estrés, más productividad
¿Qué pasaría si te dijera que la mejor estrategia para reducir costos y aumentar la productividad podría ser una jornada laboral de 6 horas?
Para muchas empresas, optimizar costos significa reducir el tamaño del equipo. Sin embargo, las investigaciones han demostrado que esta práctica trae un efecto contraproducente: jornadas largas, agotamiento y altos niveles de estrés, que terminan deteriorando la salud física y mental de los empleados y, en consecuencia, la productividad.
Muchos líderes subestiman el impacto de este costo económico, pero las cifras hablan:
👉 El estrés laboral representa un costo global de $1 billón en productividad perdida (Organización Mundial de la Salud).
👉 Los empleados con burnout tienen 2.6 veces más probabilidades de buscar otro trabajo y un 63% más de tomarse días por enfermedad (Harvard Business Review).
👉 El bajo compromiso derivado de largas jornadas de trabajo le cuesta 8.8 billones de dólares a la economía mundial. Esto representa el 9% del PIB global (Gallup).

Algunos estudios están empezando a mostrar que las jornadas laborales más cortas son la mejor forma de reducir los costos inherentes al estrés laboral. Algunas organizaciones lo están probando y viendo resultados sorprendentes:
Centro de cuidados para ancianos en Gotemburgo: Implementó una jornada de 6 horas, manteniendo el salario completo de las cuidadoras y sumando personal para cubrir turnos. El resultado: mayor felicidad, salud y productividad entre las enfermeras, mejor atención al paciente y ahorro en rotación y contrataciones.
Hospital Universitario Sahlgrenska: Cambió a una jornada de 6 horas en su unidad de ortopedia, incorporando 15 nuevos miembros. Esto permitió un 20 % más de operaciones y redujo tiempos de espera, ayudando a los pacientes a volver al trabajo antes y disminuyendo el ausentismo en otros sectores.
Planta de Toyota en Suecia: Adoptó la jornada de 6 horas y contrató más trabajadores. El aumento en la productividad, las ventas y las ganancias fue tal que el costo de la nueva mano de obra se vio totalmente compensado.
El impacto del agotamiento y la falta de compromiso raras veces aparece en los balances contables, pero sus efectos a largo plazo afectan profundamente la rentabilidad.
¡Es momento de romper las reglas de lo tradicional!
Si queremos seguir teniendo un negocio rentable, es hora de tomar decisiones que prioricen el bienestar y la productividad del equipo, para construir empresas más sostenibles y eficientes.
¿Te animarías a implementar esta medida en tu empresa?
Caro.