Emprender con hijos: ¿Desafío o fuente de coraje?

¿Pensás que emprender con familia es misión imposible?

Yo también lo pensé. Hasta que un día lo hice.

Hace 16 años renuncié a mi trabajo en relación de dependencia para crear Bizart Group, junto a mi amiga y socia Marina Stettler.

Era agosto y yo estaba embarazada de mi segundo hijo.

En diciembre nació Mati y, para entonces, ya teníamos tres clientes.

Trabajábamos desde casa, diseñábamos servicios de consultoría y nos turnábamos entre escribir y dormir a mi hijo, que tenía apenas unos meses.

Fueron tiempos inolvidables.

🙋🏻‍♀️ ¿Y si la locura es no intentarlo?

La alegría y el entusiasmo de emprender contrastaban con las miradas preocupadas de quienes nos rodeaban. ¿Dejar carreras prometedoras? ¿con hijos chicos? Estábamos locas.

Pero seguimos adelante. Y lo hicimos por ellos.

Explorar un camino propio no era irresponsable. Lo irresponsable hubiera sido enseñarles que la vida es solo subsistir.

👇🏻 5 cosas que aprendimos

(y esperamos dejarles a nuestros hijos)

✔️ Explorá en los tiempos libres
No hace falta renunciar. Empezá con dos horas por día y un pequeño presupuesto.

✔️ Asociate con otros exploradores
La red lo es todo. Buscá personas con quienes compartir recursos, ideas y energía.

✔️ Gastá lo mínimo indispensable
Nada de oficina, web ni papelerío. Invertí cada peso en tu propuesta de valor.

✔️ Preparate para los imprevistos
Un fondo de emergencia es clave. A veces, las cosas pueden salir mal.

✔️ Reinvertí las primeras ganancias
No te ates a inversores externos. El capital propio te da libertad y margen para decidir.

No renuncies a una vida laboral plena y motivante.

Explorá, emprendé, cambiá tu trabajo.
Si no es por vos, hacelo por tus hijos.

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Caro.