El liderazgo tóxico es carísimo

Los efectos son más graves de lo que imaginás

¿Alguna vez trabajaste para un jefe tóxico?

En mi ejercicio profesional, no deja de sorprenderme la cantidad de líderes que aún no dimensionan el impacto de su comportamiento en el ánimo y la productividad de sus equipos. Según investigaciones de la Universidad de Johannesburgo, tres de cada diez líderes son considerados tóxicos.

La creciente despersonalización y la falta de capacitación en mandos altos e intermedios no sólo afectan el bienestar de los trabajadores, sino que también impactan directamente en la rentabilidad de las empresas.

Mirá estos datos:

  • El 41 % de los trabajadores cree que mejorar la cultura laboral y el estilo de liderazgo es clave para aumentar su compromiso (Gallup).

  • Trabajar bajo un liderazgo tóxico y una mala gestión aumenta en un 60 % las probabilidades de sufrir estrés (OMS).

  • Los gerentes abusivos generan un nivel de estrés que afecta directamente la concentración y la productividad de sus equipos (OMS).

  • Las acciones diarias de un líder influyen hasta un 70 % en el clima laboral, afectando tanto la productividad como la rentabilidad de la empresa (Gallup).

  • Los equipos mal liderados son, en promedio, un 50 % menos productivos y un 44 % menos rentables que los bien gestionados (Gallup).

  • Los jefes tóxicos enferman: quienes trabajan bajo su liderazgo tienen un 60 % más de riesgo de padecer problemas de salud graves, como ataques cardíacos (Instituto del Estrés de Estocolmo).

Como podrás ver, más allá de las cifras, contar con directivos tóxicos es un problema grave. Los entornos de trabajo seguros y saludables no solo son un derecho fundamental, sino que también reducen tensiones, fortalecen la fidelización del equipo y aumentan el rendimiento y la productividad.

¿Cuánto tiempo más vamos a permitir que los malos liderazgos "maten" el espíritu, el entusiasmo y el amor por el trabajo de los colaboradores?

Es momento de transformar nuestras organizaciones.

Caro.